Carta para sanar a mamá
Querida mamá,
Te elegí como el canal para vivir esta experiencia humana. Estás aquí porque eras justo lo que necesitaba para este camino. Por eso, hoy elijo estar conmigo misma, y comprometerme a sanar nuestro linaje femenino.
Hoy decido mirarte con más amor, con más gratitud y una comprensión profunda. Dejo atrás los juicios y las expectativas, porque la verdadera sanación comienza cuando dejo de intentar cambiarte. Me permito ver tus elecciones, tus palabras, tus actos, y entender que hiciste lo mejor posible con lo que tenías, y que también eras humana, con tus propios miedos e incertidumbres.
Hoy te honro y respeto tu vida tal como fue, y te agradezco por haberme dado la mía.
Te libero de cualquier rol o etiqueta que consciente o inconscientemente te impuse, y de cualquier carga que no te correspondía. Asumo mi responsabilidad y elijo sanarme. Te agradezco por enseñarme a ver el mundo desde niña, pero ahora elijo verlo desde mi propia perspectiva, para poder vivir la vida que me corresponde.
Recibo la vida que me diste con amor, la valoro y la bendigo. Tú eres la grande, yo la pequeña. No me toca cargar con lo que no me pertenece. Te pido permiso y tu bendición para caminar un camino distinto. Estoy lista para nuestra evolución, para transformar nuestro linaje, para sanar a las mujeres fuertes de nuestra familia. Hoy elijo ser más vulnerable, más auténtica, y habitar plenamente mi SER y mi CUERPO.
Comentarios
Publicar un comentario