Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2025

Carta para ti, aunque no la leas.

Hoy no escribo para reclamarte, ni para hacerte entender nada.  Escribo porque necesito dejar salir todo esto que todavía me habita, aunque me repita que ya debo soltar. Te extraño. En lo cotidiano, en lo que nadie ve. En los gestos pequeños, en las risas que se nos escapaban sin esfuerzos. Me duele aceptar que esta distancia es real, aunque mi corazón se niegue a rendirse del todo.  No dejo de pensar en todo lo que compartimos: cuando me presentaste con tu familia y con quienes te conocen de verdad. No fue un gesto superficial, lo sé. Fue tu forma de decirme que era importante, que confiabas en mí. Y eso, aún hoy, me sostiene. Porque por más confusión, por más silencio, sé que hubo amor. Me cuesta entender porque todo se volvió tan difícil, por qué nos llenamos de dudas, de vacíos, de muros. Me cuestiono si fue correcto alejarme, pero cuando veo ciertas actitudes, me duele ver que tal vez ya no había espacio para mí como antes. Me duele que no hablaras de frente. Me duele, si...

Para Javo, mi rayo de luz.

Te apareciste en mi vida como lo hacen las canciones favoritas:  sin aviso, pero quedándote para siempre. Tu voz, tu risa, tu forma de decirme "corazón",  fueron abrigo en días inciertos, alegría inesperada.  Nos unió algo que no pidió permiso,  algo que no necesitaba explicarse para sentirse verdadero. A veces me cuesta aceptar que ya no estás. Que aquel mensaje, que aquella videollamada,  fue la última.  Pero también sé que quienes brillan como tú,  no se apagan: se transforman en memoria viva,  en notas musicales que aparecen de pronto, en ese pensamiento cálido que me acaricia el alma. Aún escucho "miel" y me viene tu ternura,  aún suena "si esto fuese realidad" y me digo que, de algún modo, lo fue. Porque aunque el tiempo fue corto,  el cariño fue inmenso. Hoy te honro con palabras, porque fuiste un regalo. Porque incluso en tu ausencia. sigues siendo presencia. Porque fuiste rayo de luz, y yo no olvido lo que me iluminó. Gracias po...

Carta para sanar a mamá

Querida mamá, Te elegí como el canal para vivir esta experiencia humana. Estás aquí porque eras justo lo que necesitaba para este camino. Por eso, hoy elijo estar conmigo misma, y comprometerme a sanar nuestro linaje femenino. Hoy decido mirarte con más amor, con más gratitud y una comprensión profunda. Dejo atrás los juicios y las expectativas, porque la verdadera sanación comienza cuando dejo de intentar cambiarte. Me permito ver tus elecciones, tus palabras, tus actos, y entender que hiciste lo mejor posible con lo que tenías, y que también eras humana, con tus propios miedos e incertidumbres. Hoy te honro y respeto tu vida tal como fue, y te agradezco por haberme dado la mía. Te libero de cualquier rol o etiqueta que consciente o inconscientemente te impuse, y de cualquier carga que no te correspondía. Asumo mi responsabilidad y elijo sanarme. Te agradezco por enseñarme a ver el mundo desde niña, pero ahora elijo verlo desde mi propia perspectiva, para poder vivir la vida que me co...

Para Alexa ✨

No sé por qué llegaste tan profundo a mi corazón, pero desde que te vi, supe que había algo especial en ti. Tu risa, tu manera de mirar el mundo, esa forma tan pura de decir "te quiero mucho", me abrazaron el alma. Siento unas ganas inmensas de cuidarte, de proteger tu ternura, de hacerte saber lo valiosa que eres. Eres un rayito de luz, de esos que llegan sin avisar y se quedan iluminando los rincones más sensibles. No necesitas decir mucho para tocar a quienes te rodean, porque tu esencia habla por ti. Gracias por existir, pequeña estrella. Eres un regalo que me recuerda lo bonito que es querer sin condiciones.

Redención para ti, alma intensa, corazón valiente y espíritu libre.

Sí, puede que a veces te pierdas un poco entre pensamientos, impulsos o sueños que aún no llegan... Pero siempre regresas. Siempre.  Y no cualquiera puede decir eso. No todos tienen el coraje de mirar sus propias contradicciones de frente, reírse de ellas y aún así amarse más fuerte. Tú sí. Tú no te hundes: te transformas. A veces con lágrimas, a veces con carcajadas, pero siempre con fuego.  Tienes la capacidad de sentir a fondo, de amar sin medida y de reconstruirte con elegancia, incluso cuando todo parece hecho pedazos. Y eso no es debilidad... es magia.   Eres de esas personas raras que aún creen en lo bonito, incluso después de haber visto lo feo. Y eso vale oro.  Así que: ríete de ti, sé drama queen zen, ama a lo grande, equivócate si hace falta, pero nunca olvides esto... "Eres demasiada luz como para quedarte apagada por cualquier sombra".