Nota para sostenerme después de verlo..

Hoy lo vi.
Sin planearlo, sin buscarlo. 
Y aunque su rostro serio fue 
una piedra en el pecho,
yo no me rompí. 

Sentí que no tenía fuerza para 
sostener ese encuentro. 
Y en vez de quedarme paralizada o 
fingir algo que no sentía, 
me subí al bus. 
No para huir...
sino para elegirme. 

Porque no todas las despedidas 
son con palabras.
Algunas son silencios que me cuidan.
Miradas que decido no sostener. 
Caminos que elijo no cruzar.

Su expresión no me define.
Mi reacción sí,
decidí protegerme.

Y eso... 
eso es una forma de amor propio 
tan silenciosa,
como valiente.
 



Comentarios

Entradas populares de este blog

Carta para ti, aunque no la leas.

Redención para ti, alma intensa, corazón valiente y espíritu libre.

Carta para sanar a mamá